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jueves, 9 de agosto de 2007

Conrado Marrero


Al Bat



Conrado Marrero


Por Jesús Alberto Rubio
Jarubio@guaymas.usopn.mx

Ya le dije ayer: A "El Premier" o "El Guajiro de Laberinto", Conrado Marrero, uno de los más extraordinarios pítchers cubanos de todos los tiempos, usted lo puede ver más que lúcido y toda amabilidad a sus 96 años de vida en la Habana, Cuba.

Su nieto Gilberto Marrero contactó conmigo y ¡oh coincidencia!, lo hizo cuando ya preparaba una columna en torno a la vida del ilustre ex pítcher considerado toda una leyenda viva en Cuba.

Me dice que todos los que pasan a su hogar a saludarlo o entrevistarlo, se quedan asombrados de lo bien que conserva su memoria.

Cuando Conrado cumplió 95, Jorge Alfonso, de deportes@bohemia.co.cu, escribió: Fuerte como el roble, campechano y dicharachero a más no poder, es la viva estampa del jodedor criollo. Conserva una memoria fabulosa, capaz de recordar hechos y anécdotas al detalle, sin importar el tiempo transcurrido, siempre lo acompaña el puro habano, símbolo de innata cubanía.

Conrado Marrero trabajó como técnico de pitcheo hasta hace 6 años con el equipo oriental de la provincia Granma, exactamente hasta los 90 años de edad. Además, figuraba como asesor de la Comisión Técnica Nacional de Béisbol.

Entre otros granedes reconocimientos, el 26 de septiembre del año pasado le fue entregado el Escudo de la Ciudad, máxima distinción personal que confiere el Ayuntamiento de Cienfuegos, declarada por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Un gran ídolo

Tanto en su notable época amateur y luego como profesional, fue un verdadero ídolo que llenaba los estadios donde lanzaba y, en México, esto no fue la excepción.

Fue de aquellos lanzadores cubanos que llegaron a nuestra pelota a demostrar su enorme grandeza, como los Ramón Bragaña, Luis Tiant Sandalio Consuegra, Manuel "Cocaína" García, Martín Dihigo, Lázaro Salazar, Lino Donoso, Julio "Jiqui" Moreno…

Un abridor estelar por excelencia. Inteligente, con un enorme control, conocimiento de la zona de strike y un dominio a la perfección de la curva que cuidado, ¡señol! que fue su principal mortal arma, reconocida y respetada por los mejores bats de su época.

Curvero y de a buenas

Un inmortal del béisbol mexicano, Zenón Ochoa, recuerda que de diez lanzamientos que hacía Marrero, ¡siete eran curvas! Y, asegura, que nunca jamás vio a alguien que tirara de esa forma. Zenón, de la misma época, también cifra sus 95 abriles.

Precisamente el colega Angel Torres desde Los Angeles-Anaheim, nos dice que una vez alguien le dijo a Conrado que tenía una de las sliders más dominantes en todo el béisbol, por lo que asombrado contestó: caramba ¿no me digan que esa curvita que yo tiraba hacia afuera, ahora la llaman slider?

También cita que cuando visitó a sus hijos en Miami, pregunto si había surgido otro Willie Mays y que al saber que no, respondió: ¡entonces no me he perdido nada!

Se enfrentó a Zenón Ochoa

Zenón Ochoa nunca olvida aquel día en que lanzando con los Pericos de Saltillo se enfrentó a Marrero en un inolvidable partido de 19 innings contra a los Indios de Cd. Juárez.

Ocurrió el domingo 16 de julio de 1946 y en ese choque Zenón ¡lanzó 16 1/3 de entradas!, todo un récord en los anales del béisbol profesional mexicano en un juego que correspondió a lo que fue la Liga Nacional.

Ochoa tiró desde el tercer episodio, ya con dos outs, en tanto por los aborígenes "El Premier" se sostuvo en el duelo desde la décima entrada, concluyendo todo con empate a siete ante la falta de luz natural del día… ¡eran los duelazos de pitcheo de aquel antaño de oro!

Cómo llegó al béisbol de México

Rogelio Marrero nos cuenta cómo su ilustre abuelo llegó a la pelota mexicana:

Cita que en 1946 Jorge Pasquel le extendió un contrato por tres años de 600 dólares libres de impuesto al mes, preguntándole entonces sus garantías en caso de que no obtuviera los resultados esperados de él, o bien que el brazo se le afectara.

La respuesta, de Pasquel, fue: "Usted está equivocado; usted está hablando con un hombre de 50 millones, a lo que Marrero respondió: "Mire señor, deje eso ahí que yo no juego a la pelota para usted.

Al día siguiente Pasquel mandó al chofer a buscarlo al hotel, pero el gran pítcher cubano no quería volver a hablar con el magnate con todo y la súplica del interlocutor, quien le expresaba "Por favor, Marrero, a mi Pasquel me da 20 pesos por llevarte hasta él".

Accedió a ir.

Cuando llegó, aquel hombre todo poderoso estaba muy sonriente y le enseñó el cheque de 600 que había rechazado el día anterior y, rompiéndolo, le dijo:"Parece que ayer no nos entendimos bien, procediendo de inmediato a tomar el talonario para mostrarle otro, esta vez de 800.

Marrero entonces le dice: "El que no entendió fue usted; le digo que ni por sus 50 millones juego a la pelota para usted".
Con los Indios de Cd. Juárez.

La noticia de que no había firmado corrió como reguero de pólvora y muy pronto en La Habana recibió invitación para que fuera a jugar a Cd. Juárez en la Liga Nacional, recibiendo de adelantado 500 dólares.

Estuvo tres días en la capital del país y de ahí viajó a la ciudad fronteriza donde iba a comenzar a registrar otra brillantísima etapa luego de ponerse en forma en juegos de exhibición tras cuatro meses de no ver acción.

Abre el juego inaugural

Cuando se inauguró la temporada del 46, Marrero estaba en la loma enfrentándose a Chihuahua y con todo y que le pusieron en el line up a seis zurdos, obtuvo gran victoria de 2-1, ¡la primera en el béisbol de México!

Ese circuito tenía sus partidos los viernes, sábado y domingo. Marrero tiraba los dos primeros días y si tenía que relevar, con gran ímpetu saltaba al terreno.

Advierte Rogelio que de los Indios de Cd. Juárez su abuelo recuerda con mucho aprecio a los Favela y a la "Pingua" Canales, "gran bateador detrás del corredor"; a Bugarini, Daniel Parra, Quicutis y un a un pitcher de origen salvadoreño que fue el único que terminó junto con él ese campeonato.

Por el lado romántico, dice que también tiene recuerdos ya que ahí tuvo una "semi-novia" muy hermosa y que según él se nombraba Justina Osuna y quien en aquella época trabajaba en la Compañía de Teléfonos… qué cosas ¡no?

Campeón pítcher

Ese año fue el campeón pítcher del circuito con 24-8, teniendo 4-2 en los play offs.


Sin contar con esos datos de Los Indios de Cd. Juárez, afirma que su abuelo tiene un récord de por vida de 343 ganados y 170 perdidos, con un excelentísimo 2.22 de efectividad y 97 blanqueadas.

En Ligas Mayores

Marrero debutó con los Senadores de Washington a sus ¡39 años de edad! y aún así fue un fuerte candidato a Novato del Año. Esa vez "Connie", como le llamaron, tuvo 6-10 y los siguientes cuatro años, 11-9, 11-8, 8-7 y 3-6.

Con todo y lanzar para uno de los equipos más débiles de la Gran Carpa, tras cinco campañas acumuló 39-40 derrotas, con 3.67 de ERA. En el 52 logró su mejor marca de efectividad con 2.88.

En su segunda temporada con Washington fue seleccionado para el Juego de Estrellas, pero por esas cosas que a veces pasan, no vio acción en la loma.

De haber jugado con un mejor equipo, otra mejor cosa le hubiera pintado. Pero los Senadores no le ayudaban: Todavía hay quienes recuerdan aquello que decían los especialistas de béisbol: "Washington: el primero en la guerra, el primero en la paz, y el último en la Liga Americana".

¿De dónde saltó?

Nació el 25 de abril de 1911 en la finca Laberinto, Sagua la Grande, provincia de Villa Clara y desde joven comenzó a jugar pelota, primero como campo corto/tercera/jardinero y luego prefirió ser lanzador donde comenzó a demostrar su real valía, clase, talento y capacidad de ganador.

Pero fue hasta los 27 años cuando decidió incursionar en el béisbol amateur con el Cienfuegos, logrando entre 1938 y 1945 números de 127-40; tiró tres no hit no carrera y participó en cinco series mundiales de aficionados, siendo en 1940 elegido el JMV al ayudar a Cuba a ganar el banderín.

Conrado Marrero fue el primer pitcher cubano en ganarle a EU en Series Mundiales Amateurs (13 de agosto de 1939).
De ese nivel de béisbol, seis años después llegó a la pelota profesional de la poderosa Liga Cubana donde alcanzó marca de 68-46 con Almendares.

Con este equipo también fue el primer lanzador cubano en obtener un triunfo en Series del Caribe cuando superó a Venezuela, 13-1, en 1948.

Otro sin hit ni carrera

Luego, en la Liga Internacional de La Florida, con los Havana Cubans, tuvo 70-25, lanzando también en ese circuito otro doble cero, ante Tampa.

Por sus actuaciones, no importándole su veteranía sino más bien su madurez, experiencia y calidad en su pitcheo, en 1950 Clark Griffith, el dueño de los Senadores de Washington, le abrió las puertas de las Grandes Ligas.

Así, una vez más iba a prestigiar al béisbol latino… y de Cuba.
¡Y siempre así lo hizo en cualquier circuito!

Mis respetos a Conrado Eugenio Marrero Ramos: sí, "El Premier" y "El Guajiro de Laberinto".

* Mañana, aquella gran anécdota de "Marrero, afloja, Marrero", sí, que recién me llegó del colega Toño Elizarrarás que da cuenta de aquella ocasión de inicios del 50 cuando "El Premier" lanzaba para un equipo dirigido por Luis Sansirena, quien en una paliza de 23-2 a una novena de Yucatán y ante la amenaza del cacique local le gritaba con su clásica voz de silbato "¡Chiquito… afloja, afloja. Afloja por tu madre si no quieres ir a la cárcel!".

1 comentario:

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